Particularmente popular en el sur de Europa, esta confección está hecha con azúcar o miel, frutos secos tostados (como almendras, nueces, pistachos o avellanas) y a veces fruta confitada picada. Puede ser masticable o duro y diversamente coloreado. El turrón blanco está hecho con clara de huevo batida y por lo tanto, es más suave. El turrón marrón está hecho con azúcar caramelizado y, además de ser de un color más oscuro, es normalmente más firme en la textura.